Vino Mencía: ¿Ribeira Sacra o Bierzo? Una cuestión de fe, pendientes y buen humor
La uva Mencía — esa joyita tinta del noroeste de España — ha visto más guerras, romanos y contrabandos de lo que uno podría pensar al mirar una copa de vino. Hoy nos lleva de paseo entre las escarpadas laderas de la Ribeira Sacra y las llanuras encantadas del Bierzo. ¿Listos para descorchar historia y sabor?
Ribeira Sacra: Viticultura con vértigo (y alma de monje)
Aquí, en las laderas imposibles de los ríos Sil y Miño, los viticultores no solo cultivan uvas, sino también músculo. Esta región gallega es tan empinada que los locales dicen que si sueltas una botella, llega sola a Santiago... ¡con peregrinación incluida!
La viticultura se llama “heroica” y no es un chiste: muchas parcelas sólo son accesibles a pie, y en algunos casos, ¡en tirolina! De hecho, los primeros en plantar viñedos aquí fueron los romanos, y siglos después, los monjes medievales mantuvieron viva la tradición. Y claro, después de subir y bajar esas cuestas, uno necesita una copa… o tres.
Los vinos Mencía de Ribeira Sacra son elegantes, florales, con esa acidez refrescante que te despierta más que el primer café del lunes. Minerales y sutiles, como un poema de Lorca servido en copa de cristal.
Bierzo: Donde la Mencía se toma vacaciones (pero de lujo)
En la vecina Castilla y León, el Bierzo tiene un carácter más relajado… pero no menos sabroso. Aquí el clima es más amable, los suelos siguen siendo de pizarra (¡gracias, geología!) y la Mencía se expresa con fruta jugosa, cuerpo redondo y un guiño travieso al paladar.
Bierzo fue una de las primeras regiones en modernizar su producción sin perder el alma tradicional. Los vinos aquí son como ese amigo que siempre trae el mejor queso a la cena y sabe exactamente cuándo hacer el brindis.
Hay también una historia que pocos cuentan: durante la posguerra, muchos viñedos sobrevivieron gracias a… ¡las abuelas! Ellas cuidaban las cepas mientras los hombres emigraban. Así que sí, cada sorbo de Bierzo tiene un poco de abuela gallega con carácter.
🛒 Recomendados:
¿Y entonces… cuál me bebo?
- ¿Te va lo delicado, poético y con acidez afilada como un verso de Rosalía de Castro? → Ribeira Sacra.
- ¿Prefieres fruta madura, cuerpo sedoso y un vino que te abrace como una manta en enero? → Bierzo.
- ¿Te gusta la historia, el buen beber y un toque de drama geográfico? ¡Ambos, faltaría más!
Porque al final, elegir entre Ribeira Sacra y Bierzo es como escoger entre dos buenos amigos: cada uno tiene su encanto, pero los dos te alegran el día (y la cena).